sábado, 23 de mayo de 2015

Utilización de las herramientas tecnológicas en la vida cotidiana

La mala utilización de las herramientas tecnologicas

La masificación de tecnologías como el computador y celulares, y sus herramientas como programas de redes sociales (Facebook, Twitter, entre otros), chats, correos electrónicos y mensajes de textos, están provocando graves dolores de cabeza en nuestra sociedad, debido al mal uso que se le está dando a estas redes comunicacionales.
Uno de estos casos ocurrió recientemente en un colegio de Calama, luego que un profesor fuera acusado falsamente de cometer abuso con una alumna. Este hecho fue levantado y difundido maliciosamente en el Facebook, lo que provocó tal grado de conflicto en la familia del docente, que éste prefirió renunciar y volver a su ciudad de origen.
Cuando estas tecnologías caen en manos de personas mal intencionadas, enfermas y de una bajeza moral sin límite, causan un grave daño, que a veces no puede ser dimensionado. Al respecto, las leyes deben ponerse al día y crear medios legales para sancionar este de situaciones, que rayan en el delito.
Tenemos que ser prudentes frente al uso de estas tecnologías que están disponibles para todo público, sin ninguna restricción y que pueden ser vulneradas por hackers o personas que simulan identidades.
El trabajo debe comenzar en el hogar, donde es importante que los padres sepan qué chatean sus hijos, qué imágenes envían por la red, qué fotolog han construido en la web, cuáles son sus temas de conversación con otros amigos, muchas veces cargado de erotismo e improperios.
Es nuestro deber dar un buen uso a estas herramientas digitales, que claramente prestan una gran ayuda a la hora de comunicarse, sobre todo con personas, amigos o familiares que viven en otros países.
Su utilidad es principalmente convertir nuestro mundo en "una aldea global" y poder utilizar estas herramientas para cambiar y compartir información, la que por su instantaneidad la hace más atractiva.
En tanto a los que dan un mal uso a estas herramientas, a los que infringen las normas del respeto y la privacidad, que caiga sobre ellos todo el peso de la ley.
Al mismo tiempo destacamos a los que utilizan este apoyo tecnológico para difundir valiosa información y promover valores universales que le hacen muy bien a nuestra sociedad.
RIESGOS:
1. Relativos al acceso a la información. Es necesario hacer una serie de comprobaciones básicas (origen o fuente de la información y fecha) que nos aporten un margen de seguridad sobre la misma. Esta búsqueda de información puede conllevar una pérdida de tiempo importante y así mismo la propia navegación puede dispersar la atención. A menudo, al navegar se va pasando de una página a otra olvidando el objetivo inicial de la visita. 

2. Relativos al tipo de información. Facilita el acceso a información cuya naturaleza es inadecuada para los jóvenes, como son contenidos relacionados con la violencia, terrorismo, pornografía, sectas, etc., o es presentada de forma no apropiada banalizando comportamientos y actitudes socialmente reprobables. La propia naturaleza de la red hace imposible llevar un control sobre la publicación de contenidos, sus autores y su posible penalización.

3. Relativos a relaciones personales. Internet puede crear un entorno que facilita los comportamientos desinhibidos, y pueden dar una imagen de las personas que no se corresponde con la realidad. En el otro extremo, Internet puede ser arriesgado porque puede generar un problema de socialización en los jóvenes, ya que fomenta el aislamiento

Se puede producir una pérdida de intimidad: La participación en determinados foros, chats, rellenado de formularios para obtener el acceso a ciertos servicios gratuitos, etc., requiere que el joven facilite algunos datos personales a terceros o entidades totalmente desconocidas, con el riesgo que ello supone. 

Amistades „no convenientes‟: A través de chats el joven puede contactar con personas de dudosa reputación, de carácter violento e intenciones no muy claras que enmascaran, todo ello, bajo la apariencia de amistad y entretenimiento. 

Adicciones: Una utilización incontrolada (referida a control temporal) de Internet puede provocar en los jóvenes, dependiendo de su perfil y circunstancias personales, situaciones de comportamientos compulsivos relacionados con la búsqueda de todo tipo de información, los juegos en red, 13 juegos que suponen una apuesta económica, participación en chats, compras, participación en subastas, etc.

4. Relativos a la comunicación. La necesidad de establecer y mantener comunicación con los demás, hace que se minimicen ciertos riesgos relacionados con los servicios implicados, como son el correo electrónico, los blogs, chats, foros, etc. Ya son habituales los problemas derivados de la recepción masiva de correos basura (spam), el bloqueo de la cuenta al recibir correos con archivos adjuntos que gran tamaño, la participación en chats y foros a los que se facilita información personal que puede ser utilizada para fines no controlados por el usuario

5. Relativos al propio funcionamiento de Internet. Internet no es una red segura. En ella se producen situaciones de alarma debido a problemas, agujeros o fallos desde la propia tecnología que la sustenta. Por ejemplo, los virus y gusanos que se propagan por la red y que son capaces de destruir o dañar los archivos almacenados en el ordenador. Fallos en las conexiones debido a problemas de saturación que impiden o dificultan la navegación. Problemas derivados de accesos no autorizados a las máquinas por parte de intrusos.

6.Relativos a temas económicos. La facilidad de acceso junto con la enorme y atractiva oferta de medios y servicios, hacen a los jóvenes especialmente vulnerables. En esta situación se producen abusos de tipo publicitario, engaños, estafas, compras, negocios ilegales, etc., en los que caen casi siempre por falta madurez o conocimiento de los riesgos que están asumiendo. A todo ello se le añade el consiguiente gasto telefónico generado por el uso de algunos de esos servicios. En este grupo también se podría incluir el tema de las descargas ilegales de software, música, películas, etc., a las que están tan acostumbrados los jóvenes sin saber, a menudo, que están incurriendo en un problema legal relativo a la propiedad intelectual.